Filántropas

noviembre 29, 2018 Por antenna

En Noticias

Entrevista a una de nuestras directoras, Elisa Ibáñez en la Revista Caras.

ELISA IBÁÑEZ. Filántropa activa. Compromiso social con el arte como contribución al bien común.

Para Elisa Ibáñez, el concepto de filantropía tiene que ver con involucrarse en un tema que apasione, como espacio de oportunidad o necesidad en el que una persona siente que hacer un aporte, ya sea con recursos económicos o cualquier otra herramienta o talento que esté en condiciones de compartir:

“La filantropía nace de una necesidad de implicación, de hacerse parte de una de las tantas corrientes que están trabajando para sanar y mejorar nuestro planeta y nuestras sociedades”, observa.

Hija de Pedro Ibáñez Santa María, después de estudiar diseño y obtener un máster en gestión de negocios trabajó en diversas posiciones dentro del holding controlado por su padre, antes de asumir como directora ejecutiva del grupo hotelero Explora.

Especialista en diseño de experiencias y desarrollo de proyectos y estrategias empresariales, hace algo más de tres años escuchó el llamado del arte y decidió concentrar en él sus esfuerzos.

“Siempre sentí la necesidad y deseo de hacer cosas para el país. El trabajo público es un gen muy presente en mi familia y me parecía natural preocuparse de aportar en construir mejores sistemas de vida. De la conservación y la hotelería pasé al arte y en la medida en que me involucraba más y más en este mundo fascinante, me fui dando cuenta de la necesidad —y la oportunidad— que existía en Chile en este ámbito”, señala. Y agrega:

“Tomar conciencia de un problema y actuar en consecuencia es, en sí mismo, un gran acto de generosidad”.

Elisa explica que, si bien nuestro país cuenta con grandes artistas, gestores y agentes, la realidad de la escena artística chilena sigue siendo precaria y aislada. A su juicio esto tiene un impacto importante, «porque el arte es un pilar del desarrollo equilibrado de las personas y por ende de las sociedades, conectándonos con el alma y con el subconsciente colectivo”. Involucrarse en el mundo arte, por lo tanto, le pareció una manera muy precisa de aportar en un espacio ideal para aplicar y desarrollar sus talentos, su experiencia y su creatividad.

De esa inquietud personal nació la Fundación Antenna, donde se desempeña como directora ejecutiva al frente de un equipo que incluye a la gestora cultural Constanza Güell y el consultor en comunicaciones Alfonso Díaz. A través de un sistema de membresía, la fundación ha desarrollado un modelo de filantropía activa para fomentar el compromiso y la participación de las personas y las empresas en el arte y la cultura.

—¿Cuáles son los objetivos de la fundación?

—El objetivo de Antenna es actuar como una plataforma capaz de resolver necesidades de diversas personas y organismos, artistas, gestores, agentes y todo aquel que quiera hacer algo con arte.

Entregamos asesorías en todo tipo de proyectos, conseguimos financiamiento, trabajamos las comunicaciones, gestionamos prensa, nos vinculamos con el ministerio y con diversas fundaciones y organizaciones en Chile y varios países del mundo. Aún lo hacemos todo a una escala relativamente pequeña, pues aún estamos en rodaje, pero poco a poco hemos ido fortaleciendo nuestra área de proyectos y esperamos se convierta en una gran herramienta para el arte y en un puente sólido con otras industrias.

—¿Cómo entiende el concepto actual de filantropía?

—Filantropía es amor por otro ser humano. Es el deseo de compartir tus talentos y recursos con otros, de participar de tu comunidad y trabajar juntos para un mejor futuro. Creo que la pulsión sigue siendo la misma de siempre: una conciencia de que, si el otro está bien, todos estamos mejor. Si soy un aporte, si hago las cosas bien, mi vida será mejor. La forma de aplicar esto ha variado según el país y cultura, se ha expandido hacia las nuevas generaciones evolucionando en sus objetivos, metodologías y estructuras en general. En Chile veo una comprensión cada vez más clara de que la filantropía es una inversión de largo plazo.

—Habiendo conocido más la realidad de Estados Unidos en este tema, ¿qué tienen allá que a nosotros nos falta?

—La cultura filantrópica allá ha existido desde siempre. A los niños se les enseña desde chicos a participar y apoyar alguna causa y por lo mismo, existen muchas fundaciones e iniciativas en todas las escalas y formatos. Me llamó la atención la cantidad de fundaciones comunitarias, organismos creados por los vecinos de una ciudad o barrio para solucionar ellos mismos sus temas y administrar los recursos según sus propias necesidades. Son organizaciones grandes y muy profesionales, que hacen un trabajo increíble con la comunidad y promueven la filantropía y el voluntariado continuamente entre
las nuevas generaciones.

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