Kenoz, el caviar más austral del mundo, se une a nuestra comunidad como nuevo colaborador, compartiendo una mirada que pone en valor lo artesanal, lo natural y lo simbólico.
Su historia comenzó hace más de diez años, con una idea que parecía imposible: producir un caviar chileno de calidad mundial bajo condiciones sustentables, respetando cada etapa del proceso de crianza de esturiones. Estos particulares peces prehistóricos, que habitan la Tierra desde hace más de 200 millones de años, están actualmente en peligro de extinción. Hoy, su cultivo y cosecha sólo están permitidos en pisciculturas, donde su población comienza lentamente a recuperarse.
Conversamos con su equipo sobre el origen de este proyecto, su vínculo con el territorio, la importancia del oficio y las afinidades que hoy los acercan al arte y a nuestra comunidad.
Kenoz es mucho más que caviar: es una historia familiar, una apuesta por lo artesanal y por el territorio. ¿Cómo describen la esencia de Kenoz en una sola frase?
La esencia de Kenoz se basa en el rescate y la valoración del oficio: el trabajo de quienes toman lo que nos ofrece la naturaleza y lo transforman, a través de procesos simples y orgánicos, en expresiones que resaltan el gusto y la belleza en su máximo esplendor.
Su identidad visual se inspira en los pueblos originarios del sur de Chile, como los Selknam. ¿Cómo incorporan ese legado cultural en su marca?
El pueblo Selk’nam tiene la singular particularidad de mostrar algunas de las primeras manifestaciones humanas que van más allá de la supervivencia. A través de sus cuerpos pintados y de su sentido estético, transmiten expresiones tempranas de espiritualidad, consciencia y, en definitiva, de humanidad: señales que lo distinguen de otros seres y comunidades.
El proceso de hacer caviar ha sido descrito por ustedes como un arte. ¿Qué rol juegan la paciencia, la intuición y el oficio en cada etapa de este trabajo?
El oficio define la esencia de un buen caviar. Como todo verdadero oficio, es una forma de arte aplicada al trabajo donde la inspiración, el conocimiento y la dedicación minuciosa se combinan para dar forma a aquello que nos causa admiración y regocijo. Eso es arte.
Kenoz se une hoy a Fundación Antenna. ¿Qué los motivó a apoyar una institución cultural y qué cruces entre arte y gastronomía les gustaría explorar?
Sin duda, la relación de Fundación Antenna con el mundo del arte nos invita a mirar la realidad con los mismos ojos. Pero, por sobre todo, es la actitud con la que impulsa y promueve el arte lo que más nos inspira a generar un vínculo de apoyo mutuo, del que creemos puede surgir un verdadero enriquecimiento del mundo humano.
Kenoz nació como un proyecto familiar y hoy se construye junto a muchas manos expertas. ¿Qué valor le dan al trabajo en comunidad en un oficio tan exigente como este?
La familia es la cuna de la humanidad, y en su seno nacieron las primeras manifestaciones de cuidado, trabajo, generosidad y sentido de trascendencia, propias del ser humano. Por eso no resulta extraño que un proyecto como Kenoz haya encontrado eco en el corazón de nuestra familia. Las manos expertas llegan porque aprecian el trabajo bien hecho, el oficio y nuestra manera de hacer las cosas con dedicación.
Descubre más de Kenoz
Si te interesa conocer más sobre Kenoz, te invitamos a explorar su sitio web y seguir su cuenta de Instagram, donde comparten detalles de sus productos y procesos.
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