Muchas veces cuando visitamos museos nos enamoran algunas obras pero nos cuesta imaginarlas en un espacio doméstico. Ya sea por su materialidad (es demasiado delicada), su dimensión (es demasiado grande), su temática (es demasiado provocadora) o su formato (¿Cómo se supone que voy a convivir con un video?)las relegamos al espacio de exhibición o las coleccionamos en el rollo fotográfico del celular.
La colección de José Manuel Díaz reúne obras que tienen todos esos demasiados: la delicadeza del vidrio no le impidió incluir en el living una serie de obras de Catalina Andonie (que además incluyen una mesa de luz), la dimensión de The Beast (2019) de Francisco Rodríguez lo hizo desafiar a todas las decoradoras y poner una obra que va del suelo al techo de su departamento en Providencia, la temática sexual y provocadora de las obras del colectivo argentino Básica TV no le impidió comprar videoinstalaciones y fotografías de su trabajo, y la dificultad de convivir con un video en el living no le impidió incorporar Corazón (2020) de Cristóbal Cea a su colección.
Hace unas semanas tuvimos una maravillosa Sesión Antenna con José Manuel, quien fue socio de nuestra fundación durante tres años cuando comenzó a introducirse en el mundo del arte. “La primera vez que fui al taller de una artista fue al de Patricia Claro, quien además fue mi primera profesora de pintura y de reflexión de obra. Nunca pensé que alguien como yo —de región y profesional universitario— iba a poder estar donde se crea el arte, ni mucho menos poder comprar una obra. Pero estando allí entendí que podía, que el arte era para todos” Fue solo una de las reflexiones que compartió con nosotros.
Díaz, oriundo de Punta Arenas, es oftalmólogo y artista. Mientras hacía su especialidad en cirugía oftalmológica en Reino Unido comenzó a tomar clases de arte, y así como se ha vuelto un maestro de la cirugía de cataratas, su ojo se ha ido afinando. En el 2021 se graduó del Magíster en “Contexto, mediación y gestión en Arte Contemporáneo” de la Universidad de Barcelona, el cuál enriqueció sus contactos con gestores y curadores a nivel más global. Hoy, lo que más le aporta es la relación cercana que ha logrado construir con otros artistas a los que apoya a través de la adquisición de sus obras y largas tertulias en las que juntos llegan a descubrir nuevos significados para sus trabajos.
Te compartimos un poco de lo que fue la Sesión Antenna en su colección.
